A eso de las ocho de la mañana picaba un salmón y tras varios minutos de saltos y cabriolas se soltaba del anzuelo. Nos quedamos con cara de tontos. jaja.
Me rio ahora porque por la tarde el día tuvo un final feliz. A eso de las 7 de la tarde logré clavar otro que a la postre tocaria tierra. Asi que más no se puede pedir. Una gran jornada de pesca en familia y un salmón para casa. Pesó 4700 y midió 76 cm. Os dejo unas fotos de la jornada y un video del lance. Espero que os guste.
Un saludo y suerte