EL SALMON DE MONEJO

El pasado domingo 3 de junio, el equipo de la Varada Pesca y Caza, tenía el coto Monejo en el Cares-Deva. Al fin nos toco!. Nos pusimos en faena y al poco de llegar se baño un buen pez,  una vez avistada su posición, no tardo en picar, con la mala fortuna de no prenderlo. Insistí varias horas y lo único que hacía era bañarse una y otra vez en la postura, pero de cojer el cebo, nanai. Así pues que decidimos dejarlo tras intentarlo con la cucharilla un par de veces. Cambiamos de pozo y nos dirigimos a la Rabiuca, que es el pozo de la parte baja del coto, todo esto tras de unos buenos bocadillos de tortilla y pollo. Hummm que bien sabe la comida a la orilla del río. Después de varias horas de probar por todos lados ni rastro de un salmón apetente. Yo lo sabia, la cita era con el pez de la mañana, era la única opción hasta el momento.  Y solo iba a dar una oportunidad mas. Como a eso de las 6 de la tarde regresamos pues al pozo de Monejo y al poco de llegar se presentaron mi mujer con mi hijo, mi sobrina Ines, mis cuñadas, cuñado y un par de amigos que a la postre serian decisivos a la hora de lo que iba a suceder en los próximos minutos.
Me pongo en faena y llevo el cebo poco a poco al sitio. Todo esto con espectadores. jeje. No tardó en picar, le bajo un poco la caña y zas... La caña en cuatro cachos, jaja. Pero el salmón esta clavado. Vaya por dios, mis compañeros con una cucharilla y con un plomo, intentan coger la linea por delante de los tramos rotos, pero no lo logran. No hay mas opción que empatar a otra caña y rogar que los tramos rotos no corten el hilo.
Poco a poco voy trabajando el pez sin apretar, porque no esta la cosa como para ello. El pez afortunada mente se va siempre por la zona limpia y al descuelgue, es decir a la colada del pozo. Intento aguantarle pero sabiendo lo que hay, no es lo mas inteligente, así que mando a pelayo y mi hermano a la parte baja del pozo a intentar tornarle tirando unas piedras, pero es demasido tarde. El pez, va camino de la Rabiuca (el pozo de abajo). Le suelto linea y Pelayo con su gran altura coge la linea en la mano y la mantiene en alto para que esta no se roce con las piedras, dejándola correr, ¡bien! (alguien que piensa). Mientras, entre mi cuñado y Pepelu sorteamos un árbol que hay en la parte de atrás de Monejo, para pasar la caña. El carrete siempre suelto. Al fin logramos pasar al pedreru y a toda pastilla a recoger hilo con la caña en alto, lo demás lo veréis en el Vídeo. Todo un funeral para mi caña que acompaño a este magnífico salmón por todo el pozo de Monejo durante aproximada mente media hora para terminar en la Rabiuca. Lo mejor fue que mi familia y amigos disfrutamos de un lance muy complicado que jamas olvidaremos.
Ahí va el vídeo...

Espero que os haya gustado, gracias a todos los seguidores y mucha suerte en vuestras salidas de pesca.